El problema de los peces
es que nadan sin parar.

No los ves. Están debajo
en su mundo y no se van.

Donde tú tiras las redes
ellos pueden, o no estar.
ahora abajo, luego arriba
desconocen tu maldad.

Son felices. ¿Quién lo sabe?
tú corriendo. Vas detrás.