La poesía de la vida

«El pintor persigue la línea y el color, pero su fin es la poesía.»

Rembrandt

Una antigua leyenda china, sugiere que los sonidos de las palabras y las doce notas de la escala musical, fueron sugeridos a un artista por dos pájaros de variados colores. Así, el color de las plumas, el sonido de su canto poético y la naturaleza estimularon al hombre para la creación artística.

Evidentemente, no se trata de confundir un sentido con el otro, pero quien no ha tenido la sensación de ver tras escuchar unas palabras o escuchar tras conectar con una pintura.

La poesía y la pintura comparten el mismo camino, su relación es de absoluta complementariedad y a veces se me antoja de verdadera necesidad.

Esta relación, suave y equilibrada, siempre ha sido horizontal y para nada jerarquizada, no se trata de quien pesa más, se trata de sentir, y eso la verdad es que no es poco.

La poesía, como buen cuadro abstracto necesita de tus propias vivencias, de lo que sabes, de tus ganas, de tu poso. No basta solo con entender y comprender al leer. Si no lo viste, si no lo viviste, no lo sentirás en su verdadera magnitud.

«La pintura es poesía muda, la poesía pintura ciega» Leonardo da Vinci.