AÑO

Montserrat 8 de noviembre de 2014

SOBRE LA OBRA

Acrílico sobre tela de 100×100 cm.

EL REBAÑO DEL OCIO

Somos urbanos, predecibles, con patrones que se repiten de norte a sur y de este a oeste en cada ciudad del globo. Independientemente de nuestra raza, color o cultura.

Es la auténtica globalidad del consumo, ese camino al que se nos conduce de manera inconsciente o no tanta y en el que nos hacen creer que estamos a gusto.

Llega el sábado, hora punta, todos acudimos al mismo lugar, a las mismas tiendas. La atmosfera es confusa, agobiante, pero todos acudimos, que nos genera esa necesidad, quien nos crea esa necesidad. Muchas veces solo caminamos, miramos, a veces ni vemos. Cuál es la tendencia, cual es la moda, que es preciso, que es relativo.

El individuo pierde su verdadero protagonismo, es sustituido por la atmosfera colectiva mucho más manejable, todo un buen cumulo de sensaciones, no siempre agradables, parece que todo se ocupa, hay que revindicar cada espacio.

La luz irreal que nos hace ver un mundo distinto, el sonido envolvente típico, hay que consumir, hay que pasárselo bien, hay que apagar las necesidades, todo por decreto, esas sensaciones que a todos nos surgen y necesitamos aplacar.

Luego, al rato, casi sin saber cómo, todo volverá a la calma, volverá el vacío, el silencio. Todo será repuesto, debe quedar perfecto para la próxima avalancha, y eso, ocurrirá seguro en tiempo programado.