Montserrat 26 de noviembre de 2017
SOBRE LA OBRA
Acrílico en tela de 46×55 cm.
FANTASÍA DE GAUDÍ
Navegando entre un falso collage, alejado aunque con referentes naif, lo cierto es que encierra una atmosfera agradable, se tata de una visión simple y sencilla de la magia de un Genio que encontró en su Fe, el camino perfecto para conseguir acercarse a su esencia, esa que hizo estallar y de qué manera su Genialidad.
Sabate escribió que la religión es como el alcohol, dependiendo de cuanto tomas puede sentarte bien o mal, yo añado que como casi todo en la vida.
Para quienes la toman, observas que a unos los alegra, a otros los hace afables, a otros les hace crecer como en el caso de Gaudí, mientras que a otros, los lleva hasta las más oscuras negaciones de la racionalidad humana, haciéndoles justificar todas sus acciones fanáticas de odio anti mundo diferente. Y esto sirve para todas las religiones.
En esta escena solo he pretendido mostrar la genialidad del genio desde el ángulo del color, de su obra eterna, esa que sobresale por encima de la clase humana que la disfruta en este mundo en su corto espacio de tiempo.
Gaudí creo un universo paralelo, técnicamente complicadísimo por el modo constructivo de su época, se alejó de lo sencillo y fácil, amaba la curva, los volúmenes imposibles, deformados en su búsqueda incesante de la esencia de su creador. Volúmenes armoniosos desde las locas curvas de su arquitectura, utilizando los coloridos trencadis en una zona bien conocida del Parque Güell.