Ruido y caos

¿Cómo se pinta el ruido?, ¿y con movimiento? ¿Cómo indicar el hastío, el cansancio, la rutina, la falta de empatía de la ciudad por lo humano?  Por lo realmente importante.

Ruido y caos es una trilogía de tres cuadros, dos de 100 x 100 y uno de 160 x 50 que nacen de una única paleta de color donde dominan los colores “tristes”, más bien apagados, sin excesiva personalidad, sin empatía por el “color”, donde lo importante, lo verdaderamente importante no es lo que ves, es lo que imaginas y sientes, esas vivencias registradas en el disco duro de tu cabeza, esas que ahora aparecen y afloran en tu mente, todos esos sonidos que dudas si oyes, ese palpitar diario y a veces bastante agónico ante preocupaciones que nunca se darán…, todo tu esfuerzo, toda la prisa, todo ese dolor ciertamente existencial, todas esas vivencias experimentadas desde hace quizás demasiado, que tu mente te arroja y que sientes, seguro, con cierto grado de amargura.

Es la ley de la ciudad, la ley de la jungla, la primera hora, donde todos estamos, estrés, contaminación, eficiencia caótica… Sabes de qué hablo, ¿verdad?