AÑO

Montserrat 25 de agosto de 2021

SOBRE LA OBRA

Acrílico de 195 x 70 cm

Hamburgo

Para mí, supone paz. Tranquilidad, sosiego. Ese olor húmedo y fresco que golpea mi cara y alimenta mi alma cada mañana, mientras paseo tranquilo por sus calles y bosques sumido en mis sueños, con la certeza de no poder comunicarme con nadie más que no sea yo mismo.

Pese a su luz y color, la mayor parte del tiempo la veo gris, es gris. Un gris lleno de matices cromáticos atrapados en las escurridizas corrientes del Elba. Aquí, el gris se ve, aquí el gris se mira. Aquí el gris se siente.

En mi Hamburg, el cielo lo pintan las enormes grúas, todas escapando desproporcionadas de la tela. Cuál será su conquista, cuál será su fin.

Debajo, un frondoso bosque de contenedores apilados, parecen pasar de mí. En realidad, pasan de todos. No entienden.

Sus frutos encerrados, maduran. Dominan las lenguas de todo el mundo.

Mientras, los buques, tranquilos y alineados esperan. El tiempo se estira sin adivinar cuándo volverá a caminar.

Es domingo y desde la otra orilla. Solo, miro y pienso.