AÑO

Montserrat 19 de marzo de 2021

SOBRE LA OBRA

Acrílico de 195 x 130 cm.

El mundo

“A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”, Madre Teresa de Calcuta.

Cuando 20 niños descalzos y con la ropa desgarrada corren hacia ti con grandes sonrisas, gritando tu nombre y llenándote de besos; cuando te rodean y te miran con ojitos expectantes, esperando saber qué aprenderán ese día, en una clase con agujeros en el suelo y en la que la lluvia se cuela por el destrozado techo, cuando el aire se llena de sus risas y gritos mientras juegan en plena naturaleza inventándose sus propios juegos y sus ‘juguetes’, todo lo demás desaparece y nada en el mundo vuelve a ser nunca lo mismo.

¿Cuántas veces al día sonreímos (una sonrisa de verdad, no por compromiso)? ¿Cuántos minutos al año dedicamos a jugar, a pasear, a mirar una puesta de sol? Estamos inmersos en un sistema, en una vida, en la que tenemos muchas cosas, menos tiempo para vivir.

Desde los autodenominados ‘países desarrollados’ intentamos dar lecciones, imponer modelos y construir un desarrollo que se basa en lo material a aquellas personas que viven en zonas más necesitadas. Tal vez deberíamos revisar esta fórmula y darle un vuelco: aprender de las personas que no tienen apenas nada, que agradecen cada día la posibilidad de darle un techo y comida a sus hijos, que te abren las puertas de sus casas y de su corazón, compartiendo sin dudar contigo todo aquello que para ellos es más necesario.

Si el paraíso terrenal era un lugar de belleza deslumbrante, exuberante vegetación y hogar para las más diversas especies animales, bien podría haberse hallado en Río Dulce, y eso fue exactamente lo que pensaron los primeros exploradores extranjeros que viajaron por la zona. Pero lo que realmente hace de Río Dulce un paraíso, son las personas que allí viven desde los tiempos de los mayas.

Vivir y compartir con ellas te hace cambiar tu escala de valores y prioridades; nada vuelve a ser igual, no puede serlo.

Pocas veces he tenido tan pocas dudas en el proceso creativo y sin embargo he gastado mucho tiempo en desarrollar la idea antes de enfrentarme a la tela. No he dejado nada al azar. La composición nace de una foto tomada por una amiga