Paco Agreda

«Pintar es otra manera de llevar un diario». Pablo Picasso

Paco Agreda

Artista Visual

La pintura siempre representó para mí algo muy personal, extremadamente íntimo, que nace del fondo, de lo más profundo. Tanto que, hasta hace muy poco, la escondí con timidez, porque ver cómo contemplan mis cuadros me sigue provocando cierta ansiedad . Mi pincel hoy lo comparto. Aunque sigue siendo algo muy personal.

Lo esencial es invisible a los ojos, pero mirando puedes llegar a sentirlo.

Hay gente que ve lo que pinto y creen conocerme y hay quienes sienten lo que pinto. Éstos sí me conocen.

Mis temas son mis amigos; gracias a ellos he aprendido a examinarme de una manera que, hasta hace bien poco, me era desconocida.

La pintura nunca debe ser estática ni vacía; tiene que rebasar los límites del papel. Busco la forma de compartir los sentimientos, quiero que comunique, que reivindique, que conecte, que provoque. Que muestre e indique valores, sensaciones, sentimientos, necesidades; que nos haga reflexionar sobre la importancia del respeto por el prójimo; que sea educativa, que sirva para despertar la inquietud de cada cual. Todos somos iguales, y adónde llegamos depende, sobre todo, de dónde nacemos y de la educación. Quiero una pintura entusiasta de la vida, de lo humano, natural, que muestre la esencia, para que cada cual acabe la escena donde quiera y saque conclusiones. Espero, sobre todo conectar, hacernos reflexionar y pensar. Si no, tampoco pasa nada, porque, para mí, no son más que pinceladas reales de este mundo, “La humanidad del momento”.

Quisiera plasmar la naturaleza humana en todas sus facetas: las vivencias, la experiencia, los sentidos, los sentimientos, la alegría, la tristeza, el conformismo… Pero, cómo llevarlo al papel; cómo trasmitirlo; cómo se pintan las emociones, lo que nos mueve y conmueve, lo que nos empuja en cada momento a continuar, a no tirar la toalla, a luchar, a conformarnos o no, a desesperar… La esencia de la mirada nunca engaña, no miente. Sólo con el tiempo aprendemos a esconderla y no mostrarla de forma gratuita. Pero, cuando se trata del plural, del colectivo, del equipo, del pueblo, todo cambia. Dos más uno son tres, pero no todas las mentes pesan lo mismo. La masa en conjunto es débil, el pensamiento compartido dirigible… Puede anular el particular; depende de su fuerza interior, de la claridad y calidad de lo más íntimo de cada cual, del corazón y del fondo de cada individuo, de su estado de ánimo, de lo que está dispuesto a compartir o imponer.

El horizonte de mi pincel…

La humanidad del momento

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