Montserrat 13 de marzo de 2016
SOBRE LA OBRA
Acrílico sobre tela de 100×100 cm.
LOS TOROS
Me gusta picotear, probar, entrar en temas tan desconocidos para mí como este. La llamada “fiesta nacional”, incomprendida por muchos, a la que creo que verdaderamente solo le queda la tradición, lo cual es sinónimo de agonía y desaparición.
Es difícil de entender y comprender en la Europa de estos tiempos, aunque es verdad que no depende de edades o ideales. Tengo amigos muy eruditos totalmente a favor y otros totalmente en contra. Tengo la sensación que lo del gusto por los toros, depende sobre todo de si de pequeño te inculcaron el disfrute viril de ver cómo enfrentarse a la fuerza bruta en los “bous al carrer”, si te inculcaron el deseo de ir a verlos… algo así como ocurre cuando un padre se empeña en que un hijo sea de un equipo de futbol y no de otro.
La tarea no ha sido fácil, que imagen perpetuar, no me apetecía la agonía o sufrimiento animal, ni del toro, ni del caballo, así que a pensar.
Quizás el dolor escondido por no decir miedo o pánico, porque seguro que lo experimentan y sufren por muy envueltos en trajes de luces que se nos presenten, refugiados y expectantes en el burladero ante la bravura del animal. El burladero alivia, ayuda con el mensaje, incluso reconozco que el contraluz, ese sol cegador consigue suavizar la imagen. Escenario poco imaginado por los asistentes.
Estoy contento con él, dice y cuenta mucho más de la simple imagen.
Solo hay que mirar… y entender.